viernes, 7 de marzo de 2008

Colombia, Venezuela, Ecuador y las FARC


Raúl Weinstabl*

El gobierno colombiano ha tenido un indudable rotundo y resonante éxito con la destrucción del campamento guerrillero de las FARC y la muerte de 17 terroristas entre ellos, Raúl Reyes, prácticamente el comandante político y militar (ref.1) de la organización guerrillera.
Lamentablemente el operativo militar tuvo lugar en la hermana República del Ecuador a menos de 2.000 metros de la frontera entre ambos países.
Por ocurrir dentro de territorio ecuatoriano, sin la previa autorización del gobierno de ese país, el hecho adquiere singular gravedad porque se trata de un caso concreto de violación de la integridad territorial de un país soberano.
La reacción de los países americanos y de otros estados no se hizo esperar. En diferentes tonos estos condenaron al gobierno colombiano. Los más duros, y no podía ser de otra manera, fueron el gobierno de Venezuela y el de Ecuador.
¿Porque decimos que no podía ser de otra manera?, porque hay evidencias y pruebas muy concretas que Chaves, patrocina y proporciona apoyo logístico y fondos, millones de dólares, a la organización terrorista colombiana. También frecuentemente demuestra su afinidad con las FARC, a tal punto que pidió que las mismas no sean consideradas organizaciones terroristas, sino combatientes de un ejército en operaciones, en una guerra civil.
En realidad en nuestro concepto, las FARC no son más que una banda de asesinos, secuestradores y narcotraficantes crueles y desalmados. Algunos de los secuestrados ya llevan más de siete años detenidos en condiciones infrahumanas en medio de la selva colombiana.
En cuanto a Rafael Correa, el presidente de Ecuador, nunca ocultó su simpatía por el dictador venezolano y se encuentra en su misma sintonía ideológica y también está sospechado por Colombia de haber negociado con la organización guerrillera.
El hecho abre un nuevo foco de conflicto en la región y seguramente influirá en la relación entre ellos.
La reacción de Chavez, como también era de esperar, fue destemplada, fuera de los cánones de las relaciones internacionales y las prácticas diplomáticas y el hecho de desplazar numerosos efectivos militares a la frontera con Colombia no hace más que agravar la situación, poniendo en grave riesgo la paz en la región.
No obstante el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, decidió no movilizar tropas tratando de minimizar y bajar el tono del enfrentamiento, pese que tanto Venezuela y Ecuador decidieron romper las relaciones diplomáticas con Colombia.
Pero en este mundo cada vez más globalizado, y luego del atentado a las Torres Gemelas el 11 de septiembre del 2001, este incidente puede tener otra lectura. Es conocido que luego de este alevoso acto terrorista, la estrategia política y militar de EE.UU. tuvo una inflexión.
La estrategia de seguridad de Bush podría ser las base de nuevos principios del derecho internacional que dejan de lado el concepto de soberanía y determinados valores occidentales.
Resumiendo en una muy apretada síntesis la misma dice que hay que combatir no solo a los terroristas, sino también a aquellos que los financian, les dan apoyo logístico y a los gobiernos que les proporcionan refugios y que los amparan.
En otras palabras y para ser aún más explícito, no solo son terroristas los que combaten y ponen bombas, sino también son terroristas los que los financian y son terroristas los que los ocultan.
Este enunciado tan claro, da lugar a lo que se ha dado en llamar las “guerras preventivas”.
Este concepto, por cierto muy controvertido, no es aceptado por la mayoría de los países para los cuales la soberanía es un principio intocable, casi sagrado.
Pero pareciera que es un ejemplo de este caso.
Un país, Colombia, asolado por la guerrilla ya desde hace más de dos décadas con fronteras con dos países que financian o mantiene diálogo con los guerrilleros. Obviamente se supone que estos no hacen lo que deberían para colaborar con Colombia a combatir ese flagelo. En esta situación, Colombia aprovechó la información disponible y la cercanía del campamento guerrillero a la frontera entre ambos países, y realizó el exitoso operativo militar.
En estos momentos se discute la situación creada en el seno de la OEA. Encendidos discursos, ásperos debates y acusaciones mutuas y cruzadas entre los tres países involucrados.
La fantochada de Chavez, presidente de un país que no tendría nada que ver directamente en este conflicto, en su escandalosa intromisión en el mismo, no hace más que elevar la temperatura, alejando las perspectivas de una pronta paz. Un proceder típico del dictador venezolano para tapar los crecientes problemas internos y buscar protagonismo en la región.
Volviendo al concepto de “guerras preventivas” en nuestro concepto debería ser estudiado y analizado por los politicólogos y analistas a la luz de la nueva estrategia de Seguridad Nacional de los EE.UU. que estableció esta una nueva postura en el derecho internacional.
La misma establece que ante las amenazas del terrorismo internacional, sería legítimo y legal iniciar ataques preventivos para quitar la iniciativa a las organizaciones terroristas, en vez de esperar que las amenazas se materialicen.
Por otra parte, según Alvin y Heidi Toffler (ref.2) este nuevo tipo de guerra depende fundamentalmente del “dominio de la información”. Significa una guerra de nichos, operaciones especiales, objetivos precisos, fuerzas de reacción rápida y “coaliciones profundas” que además de naciones, incluyan corporaciones, organizaciones religiosas y no gubernamentales, etc. como socios visibles o encubiertos. Es una guerra de violencia quirúrgica, concentrada y muy puntual.
Parecería ser este el caso.
Afortunadamente en un gesto que lo enaltece al presidente Uribe, pidió disculpas del incidente al gobierno de Ecuador,
En otro orden de cosas, sería una decisión sabia y prudente que el gobierno argentino adopte una posición moderada al respecto, condenando el hecho, pero sin encolumnarse detrás de Ecuador y menos de Venezuela y apoyando implícitamente a Uribe.
Pero como ya estamos acostumbrados, nuevamente los Kirchner cometen un terrible y grosero error. En vez de tomar distancias, el viaje de la presidente a Venezuela (ref.3), podría interpretarse como un apoyo explícito a la postura de Chavez, o prestarse para que este así lo presente ante la opinión pública mundial.
Sintesis: Nuevamente apostamos a los impresentables y a los perdedores
Sra. Cristina ¿como hace para que en tan poco tiempo haya cometido tantas torpezas y errores?

*Abogado
alfredo@weinstabl.com.ar
NOTAS:

(1) El Jefe histórico y absoluto de las FARC es Manuel “Tirofijo” Marulanda. No obstante por su avanzada edad se consideraba que el virtual comandante y jefe político era Edgar Devia alias “Raúl Reyes” que además era el yerno de Marulanda. Estaba casado con su hija Olga.

(2) Alvin y Heidi Toffler . Escritores, politicólogos futuristas norteamericanos.“El primer Conflicto entre Olas” – diario “La Nación” 30-10-01

(3) El matrimonio Kirchner le debe muchísimos favores al presidente Chavez por diferentes negociaciones hechas tanto en superficie como actos gubernamentales públicos, como aquellas realizadas en privado sin conocimiento de la opinión pública. Se sospecha con adecuados y ciertos argumentos que Chavez apoyó la campaña electoral de Cristina a través de envíos de cuantiosos fondos. (recordar las famosa “valija viajera” repleta de dólares del ciudadano venezolano Antonini Wilson).

Mentiras Verdaderas. Bolivia y el gas que no habrá para nadie, menos para Argentina.


Walter Justiniano*

La situación real del gas boliviano puede resumirse de la siguiente manera: mentiras verdaderas.
Argentinos: prepárense para el frio invierno, porque si creen que Bolivia les suministrará lo convenido, estan equivocados. Cuando el criterio económico está sometido al criterio político, los resultados son obvios. Cuando han visto a un político ser buen empresario?
Un simple análisis de las noticias de sectores energéticos en Bolivia nos presenta el siguiente escenario:1.- YPFB, empresa a cargo de los hidrocarburos, ha recibido una oleada de denuncias de corrupción, nepotismo y negligencia administrativa por los propios trabajadores de la misma, que aseguran que se está contratando gente política en puestos técnicos, lo que profundizaría la crisis de producción energética en Bolivia.2.- Las reuniones politicas entre los presidentes de los tres países implicados en el negocio del gas, Bolivia, Brasil y Argentina, se basan en una realidad incontrastable: todos los implicados tenían plena constancia de la imposibilidad del cumplimiento por parte de Bolivia de los contratos firmados, habida cuenta de la inseguridad jurídica reinante en Bolivia, lo que provoca que no hayan inversores dispuestos a invertir 7.000 millones de dolares de forma inmediata para duplicar la producción actual (39 millones de metros cúbicos por día (MMCD) , donde se destinan a Brasil 31 millones, el mercado interno consume 5 millones y a Argentina se envian 3 millones.) Hay que hacer notar que en el año 2005 la producción era de 41 millones, la retracción se debe a la falta de inversion en mantenimiento ya que se destinan solo 130 millones de dólares a este efecto, cifra insuficiente para mantener la producción actual 3.- Bolivia ya acordó con Brasil cortarle el suministro a Cuiabá, que eran 2.5 millones de metros cúbicos por día (MCD) ; Brasil ya hizo su parte en consideración a los dos socios restantes.Ahora Bolivia va a plantear a los dos países equilibrar las demandas entre ambos. El error boliviano lo van a pagar consumidores argentinos y brasileros, ya que no habrá aumento de producción en los próximos 18 meses, al menos. Pero hay que considerar un pequeño detalle: el contrato con Brasil habla de prioridad de abastecimiento al contrato brasilero, luego al mercado interno, y por último al mercado argentino. léase: los brasileros reciben su cuota de gas, luego abastecemos el mercado local, y lo que sobre es para Argentina. Lo que parecen no reconocer es que las demandas en los tres mercados se han acrecentado en los ultimos años, lo que indica que Brasil podrá solicitar mayor cantidad de gas, y la demanda interna boliviana se ha duplicado a casi 9 MMCD, provocando desabastecimiento en todo el país.El experto energético Carlos Delius, Colaborador FULIDE, es uno de lo más realistas en términos técnicos cuando habla de la producción de gas y los problemas que afrontará Bolivia en breve. "Por esa falta de previsión en las inversiones, a la vuelta de la esquina está una grave crisis que puede traerle también al país una escasez de GLP, diesel y otros energéticos. Vamos a tener que importarlos", dice el analista. (fuente: el Nuevo Dia)Ante este escenario, que les queda a los argentinos: Que sus políticas energéticas apunten, antes que nada, a saber elegir socios confiables, antes que compañeros ideológicos. Y lo mismo pasa con sus autoridades. El tema energético es demasiado importante como para que esté en manos de políticos.


*Fundación Atlas 1853

La inseguridad bajo la alfombra.


por Alberto Medina Mendez.*

La inseguridad es tal vez la mayor preocupación de los argentinos. Tiene que ver con la integridad humana, con la existencia misma, con cuidar nuestras vidas y bienes. El asunto ocupa invariablemente el centro de la escena en materia de preocupaciones.

En algún tiempo, era solo un asunto marginal. Algunos sectores sociales a los que no llegaba el progreso lo padecían, y en el otro extremo, los que mayores recursos disponían, se preocupaban por no ser saqueados.

Hoy la inseguridad golpea como problemática social en forma transversal. Castiga en forma general a la sociedad toda. Ya no se trata de villas o countries, ricos o pobres, la epidemia se ha convertido en pandemia y nos impacta a todos.

El fenómeno excede los límites de la Republica Argentina, pero basta con observar a diario nuestras conductas para ver hasta donde ha calado hondo en nuestras vidas.

Una simple mirada a nuestros hogares nos mostrará alarmas, rejas, guardias privados, cuando no "serenos", sofisticados sistemas de seguridad en puertas y ventanas que cada vez tienen mas cerraduras y pasadores. Dejar un hogar sin ocupantes para ir a trabajar, estudiar o para hacer una visita familiar implica un operativo muy minucioso para asegurarnos que nuestra vivienda y bienes estarán a salvo, o al menos que no será presa fácil de los más improvisados delincuentes.

Nuestros hábitos más elementales en el andar cotidiano dan otra muestra de lo mismo, un caminar vigilante, atento al más mínimo movimiento que nos genere sospecha, bajo una desconfianza exacerbada y esa actitud casi hostil frente a cualquier desconocido que se acerca. Carteras y bolsos celosamente cuidados en ese circular casi paranoico al que finalmente debimos acceder por meras cuestiones de supervivencia.

El repertorio es inagotable, elegir la ruta menos peligrosa, el camino hacia la escuela, el trabajo o cualquier actividad apelando al sentido común, intentando recorrer las zonas mas concurridas, menos arriesgadas, mas iluminadas. Es casi una obligación evitar los ámbitos oscuros o las barriadas desprestigiadas convertidas casi en ghettos.

Es que casi no nos damos cuenta, porque ya nos hemos acostumbrado peligrosamente a esta forma de transitar por la vida. Esto es solo el reflejo de hasta donde hemos llegado, solo nos muestra la foto de un presente que tal vez pudimos evitar pero al que pertenecemos irremediablemente.

Ante semejante sensación de inseguridad, por mucho que nuestros dirigentes intenten minimizar, es de imaginar una reacción acorde a las circunstancias, que vaya mas allá del sálvese quien pueda, del mezquino pero casi obligado recurso de proteger la vida propia y nuestros bienes.

La sociedad ya ha colocado a este tema hace tiempo en los primeros lugares en las encuestas. Los políticos no encuentran el camino, es mas, no lo conocen, por eso muchos incluso intentan minimizarlo, ignorándolo en sus discursos.

Sabemos que ese no es el camino. Nada se soluciona sin nuestra decidida acción al respecto. Los hombres podemos hacer que las cosas pasen, solo si estamos sobre ellas. Se precisa una actitud perseverante, con convicción y sobre todo un diagnóstico adecuado, ese que aun no aparece con claridad.

Los políticos no saben como llevarnos hasta ese destino que nos libre de esta sensación espantosa de que podemos perder nuestras vidas o bienes a la vuelta de la esquina, pero lo mas grave aun es que no hemos dado el puntapié inicial, el imprescindible y necesario, ese que implica comenzar el debate.

Algunos gobiernos, respondiendo a la demanda más elemental de la sociedad, esa que reclama aumentar la seguridad como forma de contrarrestar el delito, han dado rienda suelta a esta ecuación que ya ha demostrado reiteradamente su ineficacia.

Mas policías, mas controles, para darle batalla al delito. Ojala fuera tan simple. El tema es complejo, y hay que decirlo, la solución no parece tan lineal. Ninguna propuesta de trabajo que no contemple que estamos frente a un fenómeno social que tiene un origen multifactorial tiene chances de lograr éxito.

La problemática esta plagada de causas que explican solo parcialmente el fenómeno. Drogas, alcohol, pobreza, impunidad, ausencia de justicia, una débil concepción del valor por la vida y la propiedad privada, una sociedad que ha perdido la cultura del trabajo, familias desintegradas, ausencia de diálogo en el hogar, una educación que muestra grietas, con códigos morales destruidos y una fragmentación despiadada, son solo algunos de los componentes de una larga nómina que en combinación, casi nunca aislados, conforman el coctail que deriva en este desastre actual

El tema es complejo, MUY complejo. Los políticos no encuentran el camino. Digámoslo, la sociedad tampoco. Pero vayamos por partes. Ignorar el asunto no nos conduce a ningún lugar. Si no nos enfocamos en analizar la cuestión a fondo, si este tema no se convierte en la preocupación central a la hora del debate, difícilmente encontremos el rumbo que nos acerque a la solución, o al menos a atenuar parcialmente las incontrolables consecuencias de este fenómeno.

Reconocer nuestra ignorancia al respecto es el primer paso. Seamos claros, no sabemos como enfrentar este asunto, ni políticos ni sociedad. Solo tenemos discursos plagados de diagnósticos, los más de ellos incompletos. Sin la humildad de reconocer que estamos perdidos, profundamente perdidos, seguiremos siendo rehenes de los delincuentes, esos que disfrutan del privilegio de nuestra impotencia y desconcierto.

Preocupa el asunto, pero mas aun que el tema siga siendo tabú y que no estemos dispuestos a instalarlo en el centro de la escena del debate. Alguien debe dar el puntapié inicial. No es patrimonio exclusivo de los gobiernos, la responsabilidad es de la sociedad toda, pero sería bueno que empecemos a ver quienes se sentarán en esa mesa que nos ayude a recorrer el camino de vuelta. Queremos sentirnos seguros, pero debemos trabajar mucho para ello. Depende de nosotros. Cuando a la inseguridad dejemos de esconderla bajo la alfombra, tal vez tengamos una chance.


*amedinamendez@gmail.com
03783 – 15602694
Corrientes – Corrientes – Argentina

Satori


por Nicolas Vercesi.*

Sabe que está solo al sentir el frío bajo sus pies correr, pero no lo preocupa. Quizá su condición lo ayude a descubrir aquello que tanta gente nunca podrá descubrir y es por eso que la calma no logra perturbarlo. Sin embargo, no puede evitar anhelar por ciertos momentos ser parte de esa otra realidad ajena a él, esa realidad que inunda su alrededor pero no logra tocarlo. Es que esa realidad parece tan placentera y tan cómoda, que se cuestiona si formar parte de ella no sería lo ideal para que su sonrisa no escape a las demás miradas y para que no importe que esas miradas sean verdaderas o no.

Pero ese anhelo no es tan fuerte como para aplacar la angustia que le genera tal disyuntiva. Y aunque la calma no logre perturbarlo, el temor de que esta calma se prolongue indefinidamente sí consigue despertar cierta inquietud en la superficie de sus ojos. No es problema, nadie lo mira a los ojos últimamente, es por eso que nadie notará su inquietud. Se desliza entre la gente intentando adivinar en sus caras la misma inquietud que la suya tan absurdamente refleja. No tiene sentido. ¿Es acaso él, el único que entiende lo que está sucediendo?, ¿O tampoco es capaz él de distinguir esa inquietud en los demás? No importa. Nadie lo entendería. Ni él cree poder entenderlo.Intenta recordar si tenía que encontrarse con alguien. Difícilmente

*Miembre del CEIN Santa Fe

La Cuba de Siempre


por Alvaro Vargas Llosas*

Washington, DCóRaúl Castro ha matado toda esperanza de que en Cuba se inicie pronto una transición hacia el Estado de Derecho y la economía de mercado. Los nombramientos que ha realizado, así como su primer discurso como Presidente y su conversación televisada con el venezolano Hugo Chávez ese mismo día indican que el objetivo primordial del sucesor es la auto preservación aun si comprende la necesidad de resucitar el moribundo estado comunista.Los nombramientos de Raúl apuntan a consolidar a la vieja guardia, comenzando por el Primer Vicepresidente, José Ramón Machado Ventura, un “aparatchik” intensamente leal del partido, e incluye a generales como Julio Casas, hasta hace poco su lugarteniente en el Ministerio Defensa y ahora uno de los cinco Vicepresidentes del Consejo de Estado. La edad promedio de los 31 miembros del Consejo de Estado es de 70 años, los mismos que tiene el Presidente de la Asamblea Popular.
La generación más joven, cuyos nombres habían sido ingenuamente mentados como posibles reemplazantes de Fidel Castro ñentre ellos, los del canciller Felipe Pérez Roque y Carlos Lage, el administrador de la economía de la islaó ha sido humillantemente ninguneada.Raúl Castro ha pasado las últimas décadas rodeado de viejos generales vinculados a él políticamente. Les ha otorgado poder militar y económico: los militares cubanos controlan muchas de las industrias manejadas por el Estado en áreas como la agricultura y el turismo, que generan algunos ingresos. Ellos mismos serán la columna vertebral del gobierno de Raúl Castro. Si esto no fuese suficiente prueba de continuidad, allí está el discurso de media hora de Castro (se agradece la parquedad) ante la Asamblea Popular el domingo pasado. En él, aseguró a sus compatriotas, sin ambages, que consultará a Fidel Castro, cuya “capacidad analítica” se encuentra “intacta”, cada decisión importante en las cuestiones de Estado: es decir, la defensa nacional, la política exterior y la economía. “Fidel es Fidel”, les recordó a todos con ominosa tautología, lo que significa no sólo que sus decisiones tendrán la legitimidad que emana del asentimiento del reciente jubilado sino, fundamentalmente, que nada cambiará de modo dramático.
Esta es una obvia señal para los militares y la burocracia de que cualquier intento de apartarse de la ortodoxia será visto en el futuro como una traición explícita de Fidel Castro, el Columnista en Jefe, y su Revolución. Por lo demás, la declaración sería suficiente para justificar el derrocamiento del propio Raúl si se aventurase a emprender una reforma audaz.Castro prometió cambios económicos, por supuesto, admitiendo que muchos de los servicios que la gente recibe gratis no son sostenibles y dando la impresión de que eliminará ciertos organismos del Estado. Esto no equivale al “modelo chino” que muchos observadores pronostican para Cuba. Aparte del hecho de que Fidel Castro, quien seguirá teniendo la última palabra, ha rechazado mil veces la vía china, existe un precedente que indica cuáles son los límites de un eventual empeño reformista por parte de la vieja guardia. Los hermanos Castro abrieron tímidamente la economía en los años 90, permitiendo a los cubanos abrir pequeños negocios e invitando al capital extranjero a asociarse a las empresas estatales de la isla.

Tan pronto hubo signos de que la descentralización económica podía crear ciertos bolsones de poder que no respondiesen directamente al Máximo Líder, los Castro dieron atrás en muchas áreas.Raúl Castro ha manejado las fuerzas armadas más eficientemente de lo que Fidel ha manejado el resto del país. No sorprende, pues, que quiera que la economía nacional sea dirigida como su ejército. Pero no logro entender cómo podría pasar de allí a la conversión al capitalismo “estilo chino” y mucho menos a la democracia, como muchos observadores lo vienen anunciando. En el vertiginoso mundo global de nuestros días, si Cuba fuese a abrir su economía en un grado comparable al de China, el gobierno cubano se arriesgaría a perder el control del proceso muy rápidamente. Raúl quiere garantizar la continuidad de la Revolución haciéndola más eficiente, no modificar su naturaleza volviéndose capitalista.A esto se debe que, a pesar de su poco entusiasmo y acaso celos por la interferencia del Presidente venezolano en los asuntos cubanos, Raúl conversara con Hugo Chávez el día de su “asunción” al cargo.
El mensaje fue claro: la alianza continuará.¿Podría ser que el nuevo Presidente sencillamente no tenga otra opción que moverse con cautela mientras su hermano esté vivo? Es posible, pero ¿dónde está la evidencia de que Raúl Castro, a los 76 años, miembro del Partido Comunista desde 1953 y todavía instalado bajo la sombra de su hermano, es el Gorbachev cubano? Hasta ahora, todo indica que esa cháchara sólo puede ser atribuida a los buenos deseos.

*Nació en 1966 en Lima. Se graduó en historia internacional en la London School of Economics, en el Reino Unido. Ha ejercido el periodismo escrito, televisivo y radiofónico desde los quince años, en su país y otros lugares de América Latina.

¿Por que pagamos de más?


Juan Lopez Couselo*

Hay una costumbre popular en nuestro país, nada alejada de la realidad, que nos lleva a comprar o pedirle cosas a algún conocido cuando viaja al exterior.
Para ilustrar la situación con un ejemplo básico de tecnología, podemos tomar la notebook HP Pavilion tx1330la, que se vende en el país a 6000 pesos, cuando el mismo modelo se consigue en USA por 900 dólares (menos de la mitad de su valor local). En ambos casos se da la misma particularidad, las dos computadoras se fabrican en China.
¿Como se justifica entonces la diferencia de precio si estamos hablando del mismo objeto, importado del mismo lugar? Básicamente por los tributos e impuestos que gravan el ingreso al país en ambos lugares.
La justificación a la alta barrera de entrada para productos importados, es a menudo, el fomento de la industria nacional. Lamentablemente, no contamos con la tecnología necesaria para producir este tipo de productos, y mucho menos con empresas dispuestas a invertir para realizarla en un contexto tan inestable como el de la Argentina (lo máximo a lo que aspiramos hoy en día es al ensamble de piezas importadas).
Se cree erróneamente que trabando el ingreso de productos del exterior, se fomenta la creación de puestos de empleo. Pero si extendiéramos el panorama, veríamos que si bajaran estas barreras, todos los consumidores de esta notebook, tendrían 3000 pesos más para gastar. Esos bienes extra que compren, no solo aumentarían su calidad de vida considerablemente, sino que también generarían puestos de trabajo genuinos en los sectores cuyos bienes se demandan. En caso de que no quisieran gastarlos y decidieran ahorrarlos, se volcarían al crédito fomentando el establecimiento de nuevas empresas que también necesitarían contratar empleados.
Si tenemos que responder a las criticas que afirmarían que de esta manera se destruiría toda industria tecnológica nacional, solo haría falta ver la marca de la computadora en cuestión para darnos cuenta que es una empresa norteamericana (1era en ventas de notebooks en el mundo), que eficientemente, y desde su nación de origen, puede vender su producto mas barato en un país con un poder adquisitivo mucho mayor que el nuestro.En el contexto actual, y a modo de conclusión, podría resultar mas económico (para el bolsillo, pero no para el desarrollo nacional) comprar un pasaje a Miami y traerse la computadora desde allá


Lic. en Comercio Internacional. Coordinador de contenidos e investigador de F. Atlas 1853 gock@atlas.org.ar

Los Fondos desaparecidos de Santa Cruz ¿Que es lo que deberíamos investigar?


por Enrique Fowler Newton*

Es de público conocimiento que, siendo gobernador de la Provincia de Santa Cruz, Néstor Kirchner colocó en el exterior fondos de ese estado, por un importe superior a los quinientos millones de dólares.
Como casi todos en la Argentina, desconocemos el destino, la rentabilidad y el recorrido de esos activos. Tal información debe estar en poder de Kirchner, quien hasta el presente se ha comportado como si los gobernantes no tuvieran la obligación de rendir cuentas sobre la forma en que manejan los bienes de sus gobernados.
Por otra parte, es claro que algunos seguidores del ex presidente han cerrado filas para impedir que el tema se investigue seriamente, además de vituperar o descalificar públicamente a quienes piden que la Argentina sea una República.
En estos días, el fiscal Andrés Vivanco ha pedido la reapertura (o quizá debería decirse “la primera apertura”) de la investigación, pidiendo que se cite a declarar a cuatro ex gobernadores (Kirchner, Acevedo, Sancho y Peralta) para que expliquen como administraron los fondos arriba indicados entre 2003 y 2006.
Acevedo ha manifestado su acuerdo con el pedido formulado y ha mencionado que está en condiciones de rendir cuentas de “los fondos que él recibió”. Lo que no ha dicho (hasta donde conocemos) es si verificó que recibió todo lo que debería haber recibido.
El pedido del fiscal Vivanco deberá ser tratado por el juez Santiago Lozada. Anteriormente, éste archivó un pedido de investigación, con fundamentos que (en caso de existir) no han sido publicados. Por ello, no deben ser muchas las personas que confíen en ese magistrado.
No obstante, nos parece oportuno difundir nuestras ideas sobre;
a) los objetivos que debería incluir, como mínimo, una investigación como la solicitada;
b) la información que debería obtenerse y examinarse para alcanzar esos objetivos.
Objetivos mínimos
No basta con saber que una parte de los fondos colocados en el exterior “volvieron” o “se invirtieron”. Una investigación seria debería permitir la obtención de elementos que permitan concluir:
a) si la inversión original de los fondos y cada una de sus reinversiones:
1) fueron efectuadas de acuerdo con las normas legales vigentes; y
2) se hicieron bajo condiciones de riesgo y rentabilidad razonables;
b) si los intereses u otros rendimientos financieros de las colocaciones, recibidos por la Provincia (o acumulados a las inversiones originales):
1) fueron no inferiores a los que la Provincia podía haber obtenido, en cada uno de los momentos, por colocaciones similares a las efectuadas;
2) fueron percibidos (o acumulados) íntegramente y sin deducciones de comisiones o gastos que no tengan la debida justificación.
El objetivo indicado en el inciso b)1) nos parece importante porque una pequeña diferencia porcentual en los rendimientos recibidos por la Provincia podría haber tenido un impacto importante, debido a la magnitud de las cifras en juego. Por ejemplo, si la Provincia hubiese recibido una tasa de interés inferior en sólo 0,2 puntos a la de mercado, el efecto sobre una colocación de 500 millones de dólares habría sido de un millón de dólares por año.
Información a obtener y examinar para alcanzar los objetivos mínimos
Para alcanzar los objetivos indicados, debería obtenerse, para cada uno de los depósitos que la Provincia de Santa Cruz haya efectuado en el exterior durante la gobernación Kirchner, la siguiente información:
a) importe originalmente salido de la Tesorería de la Provincia;
b) fecha de su salida;
c) entidad financiera receptora de los fondos
d) razones por las que los fondos fueron depositados en esa entidad y no en otra;
e) tipo de depósito efectuado;
f) plazo de vencimiento;
g) fecha del depósito, según la documentación emanada de la entidad financiera;
h) persona física o jurídica que aparece como titular del depósito según la misma documentación;
i) importe depositado (cantidad y moneda), según la misma documentación;
j) razones de cualesquiera diferencias (si las hubiere) entre:
1) el importe originalmente salido de Santa Cruz (inciso a) y el depositado (inciso i);
2) la fecha de salida de los fondos (inciso b) y la de su depósito (inciso g);
k) modalidad de pago o acreditación de los intereses;
l) tasa de interés pactada, según el comprobante del depósito;
m) tasa de interés que, a la fecha del depósito, era ofrecida por la entidad financiera del caso a otros interesados en realizar una transacción similar a la concretada por la Provincia;
n) tasas de interés que, a la fecha del depósito, eran ofrecidas por otras entidades financieras a otros interesados en realizar una transacción similar a la efectuada por Santa Cruz, con similar liquidez y con un nivel de riesgo igual o parecido al asumido por ésta;
o) razones de cualquier diferencia (si la hubiere) entre la tasa de interés “de mercado” (inciso m) y la tasa de interés pactada entre la provincia y la entidad financiera (inciso l);
p) para cada pago de intereses o de amortización del capital hecho por la entidad financiera, su importe, su moneda y su fecha;
q) para cada cobro de intereses o de amortización del capital contabilizado por Santa Cruz, su importe, su moneda y su fecha;
r) razones de cualesquiera diferencias (si las hubiere) entre las sumas pagadas por la entidad financiera (inciso p) y las ingresadas en la provincia (inciso q);
s) en los casos (si los hubiere) de que las inversiones o cobros de rendimientos hubiesen generado comisiones o gastos a cargo de la Provincia, su justificación, su importe y su beneficiario.
Sobre la información obtenida deberían aplicarse procedimientos de auditoría que sean adecuados para el logro de los “objetivos mínimos” antes citados.
Buenos Aires, 4 de marzo de 2008.

* Contador público egresado de la Universidad de Buenos Aires. Ex profesor titular ordinario de Estados Contables y titular interino de Auditoría en la Universidad de Buenos Aires. Autor de:— Cuestiones contables fundamentales (cuatro ediciones)— Contabilidad básica (cuatro ediciones)— Contabilidad computadorizada— Contabilidad con inflación (cuatro ediciones)— Contabilidad superior (cinco ediciones)— Organización de sistemas contables— Análisis de estados contables (tres ediciones)— Normas contables profesionales de la FACPCE, el CPCECABA, la CNV y la IGJ— Normas Internacionales de Información Financiera— Tratado de auditoría (tres ediciones)— Diccionario de Contabilidad y Auditoría (dos ediciones)— Otros 14 libros y más de 150 artículos sobre temas de contabilidad y auditoría. Diploma al Mérito Profesional otorgado en 1986 por la Asociación Interamericana de Contabilidad. Más detalles en
http://webs.uolsinectis.com.ar/efn/

Mientras el patriotismo nos falte


Por Alberto Asseff (*especial para CEIN Tucumán)

Tenemos de todo y sin embargo nos embarga la sensación, cada vez más cercana a la realidad, de que paulatinamente nos falta más. Paradoja crecientemente turbadora. Ensayamos el neoliberalismo y con la proverbial pendularidad retornamos a la mano del Estado. Empero, no arribamos a ese huidizo estadio de equilibrio, certidumbre, placidez. La esperanza se nos escurre y la confianza se desvanece, más allá de índices macroeconómicos para cierto aliento.

Somos pocos y no obstante nos mostramos casi ingobernables, plagados de ascendente conflictividad social. Hasta el punto trágico que un título periodístico alarmaba con "en la ciudad de Santa Fe los diferendos vecinales se resuelven a los tiros". Donde hay diez es casi inexorable que se gesten cinco o quizás más opiniones distintas. Nos cuesta un Potosí asociarnos, a pesar de que cuando lo hacemos solemos ser competitivos y hasta victoriosos.

Disponemos de colosales presupuestos para Salud, Justicia, Educación, burocracia –insufrible y desidiosa-, asistencia social y otros. Subsidiamos con supermillones al transporte urbano metropolitano. Pero todos estos sectores vitales disfuncionan o son insuficientes y el conjunto padece obsolescencia. Es como si nuestros recursos -de por sí escasos como en todos los lares- fuesen devorados por las anchas bocas del malgasto, del despilfarro y de la gestión sin pericia alguna. Sin profesionalidad ni actitud. Es decir, con limitadísimas ganas de hacer y de servir.

Tenemos un ampuloso organismo para combatir la droga y otras adicciones, pero nuestros chicos se apilan -ni siquiera sólo los sábados- hechos piltrafas en esquinas y puertas de antros, molidos moral y físicamente por los venenos que circulan con infinita libertad, tanto como nunca, ni un su quinta ensoñación, habría imaginado Juan Jacobo Rousseau ni ninguno de sus congéneres adalides de los derechos y de las libertades.

Nos morimos en las rutas y calles que aparecen dominadas por el demonio de la absoluta falta de ley y respeto. Y mostramos que nuestra respuesta es tenue, tan frágil que resulta invisible. Contestamos a un drama con la nada. Es una singularidad penosa de nuestra Patria.

Por doquier se producen ilegalidades. Lisa y llanamente se viola la ley. Se lo hace sin antifaz y sin hipocresía. Somos transgresores y estamos casi alardeando. Ufanándonos. A pesar de esta hiriente realidad, que es el cáncer de una Nación verdadera, nuestra réplica es confesar que no podemos organizar la vida colectiva. Los cauces normativos están absolutamente desbordados y sólo atinamos a reconocer nuestra impotencia.

De la política -la madre rectora si aspiramos a encauzar lo colectivo de la Argentina- mejor decir sólo una línea. Está tomada por un tumor. Nuestra tibia propuesta es otra vez darle una mano de maquillaje, de ninguna manera yendo a la sustancia del mal.

La inseguridad a raíz de la mano armada delictiva es despiadada y azotante y la corrupción por la de guante blanco es descomunal. Nuestra reacción oscila entre la inenarrable impunidad y la resignación.

El poder central es robustísimo como nunca lo pensó Alberdi, aunque lo quería fuerte. Pero el interior es anémico, con signos irritantemente parecidos a los africanos en muchos sitios. ¿Qué hacemos ante este cuadro? Más Casa Rosada y menos autonomía federal.

¡Para qué seguir!

¿Me atrevo a un prediagnóstico? Creo que nos falta sentido de Patria. Nos falta amor por lo común y lo nuestro.

Se invocó falsa, falaz, oprobiosamente al patriotismo en algún pasado de facto. Pero no por esas ominosas mistificaciones se debe inhumar a lo único que puede ayudar a nuestro resurgimiento: amor por lo nuestro, desde nuestra gente hasta nuestra tierra, con su cultura, sus leyes, sus maestros, su agro, su industria, su convivencia, sus ilusiones individuales y colectivas. Creo que el problema argentino es el desamor por la Argentina. Mientras el patriotismo nos falte todo nos será más que difícil, cuesta arriba.

*Presidente de UNIR
Unión para la Integración y el Resurgimiento.

Miembro del Consejo Académico del C.E.I.N
pncunir@yahoo.com.ar

martes, 19 de febrero de 2008

El Fracaso Exportador Argentino


Por Gustavo Lázzari*

Uno de los indicadores que esgrime el Gobierno para mostrar éxito en la gestión económica es el crecimiento en las exportaciones. Analizando detenidamente los números y puestos en comparación con el resto del mundo podemos concluir que: Nuestro volumen de exportaciones es bajísimo. Nuestra participación en el mundo es menos que marginal. La Argentina no tiene una política exportadora consistente y sustentable. Por lo tanto, lo que el gobierno llama "éxito" debería denominarse "fracaso histórico".
La Argentina tiene una participación marginal en el comercio mundial. Según la OMC, en 2006, nuestras ventas al mundo representaron el 0,4% del total de las exportaciones mundiales. El total de ventas al exterior de todos los países del mundo sumó u$s12.083 mil millones. La Argentina exportó u$s46.600 M. (A la fecha no están publicadas las cifras definitivas para el 2007, no obstante a los efectos del presente análisis los números consultados son por demás contundentes y no cambian las conclusiones del presente análisis).
Relación con otras economías.
Países geográficamente más pequeños como Sudáfrica, Hungría, Irlanda y Finlandia tienen una participación del 0,6%. En tanto que Portugal, Noruega, y Grecia participan con un 0,5%. Lo mismo sucede con Arabia Saudita, pero sus exportaciones están fuertemente sesgadas por el petróleo. La Argentina exporta menos que otros 45 países entre los que se encuentran (sin considerar a las potencias económicas y los petroleros) países tales como Canadá, México, Malasia, Suiza, Austria, Brasil, Tailandia, Australia, Noruega, India, Irlanda, Polonia, Indonesia, República Checa, Dinamarca, Chile, Filipinas, etc. En 1948 la participación argentina era de 2,8% del total de exportaciones mundiales. En 1953 1,3%, en 1963: 0,9%, en 1973: 0,6% y a partir de 1983 nuestra participación cayó al 0,4 por ciento.
Otros lo hicieron.
Recuperar la participación de 1948 implica alcanzar un volumen de ventas de 338.300 millones de dólares (teórico). Un nivel similar al que actualmente tienen países como Canadá (389.000 mill), Bélgica (369.000 mill), Hong Kong (325.000 mill) y Rusia (304.000 mill). Es decir, si Argentina hubiera mantenido la participación en las exportaciones mundiales de hace 60 años, hoy estaríamos entre los diez primeros exportadores del mundo. Quizás el mundo de la postguerra comerciaba menos y por ello nuestra participación ha sido tan importante aquel entonces ("granero del mundo"). Podríamos ponernos como objetivo recuperar la participación que teníamos en 1953, 1,3%. En tal caso deberíamos tener como meta exportar nada menos que u$s157.000 M. Esto significa que deberíamos exportar tanto como hoy lo hacen Malasia, Suiza, Suecia y Austria. No es un objetivo descabellado. No obstante es imposible dada la actual política económica y nuestra virtual cerrazón al mundo civilizado.
Para lograr una participación del 1,3% del comercio mundial debería suceder, entre otras, algunas de estas dos opciones. Que las exportaciones mundiales crezcan un 0% es decir que no aumente el comercio mundial durante 8 años y que nuestras exportaciones crezcan a una tasa similar a la que crecieron en los últimos a cinco años durante el "modelo productivo" (16%).Que las exportaciones mundiales crezcan al mismo ritmo de los últimos cinco años (17%) pero que nuestro país exporte 25% más cada año durante los próximos 18 años. Esto quiere decir que si el mundo sigue como está, tenemos que hacer un esfuerzo exportador descomunal para alcanzar la participación que teníamos hace 55 años en el comercio mundial. Si el mundo crece al 17% y nosotros seguimos con el "éxito kirchnerista" del 16% anual, nuestra participación decrecerá cada año.
Paradójicamente en los noventa, nuestro país multiplicó sus exportaciones por 2,2. Entre la devaluación de enero de 2002 y el 2007 nuestro país multiplicó sus exportaciones sólo por 1,8. Nuestros esfuerzos de venta son ciertamente pobres. La Argentina vende muy poco a países que compran mucho. Las exportaciones argentinas representan el 8% de las importaciones de Brasil, el 13% de las compras de Chile, y el 21% de las de Uruguay. Sin embargo, le vendemos a Estados Unidos sólo el 0,26% de lo que compra. El mismo porcentaje respecto de las compras de Italia, el 0,10% de las de Alemania, el 0,08% de las de Francia, el 0,07% de las de Reino Unido, el 0,06% de las de Japón, etc.En términos más simples. Por cada u$s100 que los americanos gastan fuera de los Estados Unidos en compras de mercaderías, sólo 0,26 centavos son provistos por los argentinos. Esto quiere decir que apenas una moneda de veinticinco centavos y un poquito más es lo que vendemos los argentinos al mayor mercado del mundo por cada u$s100 que ellos gastan.
Tampoco hemos resultado atractivos a la hora de venderle a los 30 países que importan mas de 90.000 millones de dólares cada año. Los veinte mayores importadores representan un volumen de compra anual equivalente a 38 veces nuestro PBI. Sin embargo les vendemos en conjunto sólo u$s18.000 M,
¡menos de una moneda de veinticinco centavos por cada billete de cien dólares!.

*Director de politicas Publicas de la Fundación Atlas 1853.

El regreso del que nunca se fue


por José Guillermo Godoy*

A mediados del año 2006, escribí un artículo en la Fundación Atlas 1853, sobre la candidatura del ex ministro de economía Roberto Lavagna. (http://www.atlas.org.ar/articulos/articulos.asp?Id=6357).
El Opositor Oficialista, así etiqueté al escrito, en el que cuestionaba, duramente, la posibilidad de que su candidatura significara una alternativa real al gobierno de turno. El principal argumento reposaba en las consideraciones personales sobre el aspirante y la estructura que cimentaba su candidatura.
Siete meses después, cambié de opinión y escribí un articulo denominado "Tribalismo electoral y Liberalismo de Aire acondicionado", en donde si bien, la candidatura del ex ministro, no estaba en el epicentro temático, traté de argumentar, que en un contexto aciago y funesto, los detalles ideológicos debían quedar en segundo plano y Lavagna podía significar una alternativa eficiente al oficialismo. (
http://www.lahistoriaparalela.com.ar/2007/04/04/tribalismo-electoral-y-liberalismo-de-aire-acondicionado/)
Respondiéndole al líder de Recrear, Ricardo López Murphy, sobre sus dichos sobre el ex ministro, alegué: "Lavagna no es igual a Kirchner. El hecho que haya formado parte del gobierno nacional no lo torna en una burda copia de un mal ejemplo. Con los mismo parámetros podría decir que Pellegrini (¡sí, el hombre que hizo!) era igual a Juárez Celman y el principal responsable de la debacle financiera porque formó parte de la conducción dominante. Pellegrini integró el proyecto político que causó la crisis del 90, pero también, fue el principal gestor de la recuperación Argentina. Pellegrini no era igual a Juárez Celman, Lavagna no es igual a Néstor Kirchner."
Este articulo, polémico, provocó varias criticas, más hóstiles que elogiosas, entre la que se encuentra la siguiente, proveniente de un visitante anónimo de la pagina la historiaparalela.com, que me gustaría resaltar: "¿Porque R. López Murphy? ¿Porque no R. Lavagna o J. Sobisch?. Pues por aquel viejo refrán que dice,"El que se quema con leche, cuando ve una vaca llora. \"O permitiremos nuevamente que los destrozadores del país, de la Pcia. de Bs. As. de la economía argentina y los mayores responsables de la gigantesca estafa de la pasificación retomen el poder.- Los Duhalde, los Alfonsin y todo el sequito de inservibles, autores del mayor pecado de todos que es aquel de destrozar la confianza publica."
Por otro lado, el propio López Murphy me respondió a mi casilla personal. Al respecto decía: "Lavagna es un proyecto a nuestras antípodas, que no difiere conceptualmente de Kirchner, salvo en los comentarios y actitudes groseras, que no las tiene en igual magnitud. El pretende, el país cerrado y corporativo del pasado y en ese sentido, es más adversario que Kirchner, cuya política en todo caso discurre por razones pragmáticas, por la misma senda. El presidente carece de un marco referencial y no ha sido preparado para ello. Solo le preocupa quedarse en el poder con la variante que sea".
Los acontecimientos actuales, la reconciliación Lavagna- Kirchner, demuestran cuan equivocado estaba yo, y cuanta razón tenía López Murphy y los críticos de aquel artículo, sobre el punto en referencia.
En este sentido va mi reconocimiento y sincera autocrítica.
Sólo queda reflexionar sobre el significado de este acontecimiento político, que es extraordinariamente importante, ya que plantea una catástrofe institucional, si se considera que tres millones de argentinos votaron la candidatura de Roberto Lavagna, que se sustentó en criticar al oficialismo con el cual hoy se asocia.
Quizás en un contexto tan peligroso como el actual, los detalles ideológicos debían pasar a segundo plano, pero en aquel momento me olvidé de las consideraciones morales y de los límites éticos, que alguna vez unió a dos personalidades dispares en lo ideológico, como Carrió - López Murphy. En este sentido, debo darle la razón a los dichos de Carrió con motivo de la posibilidad de alianza con el líder de Recrear: "el problema de Argentina no es ideológico, sino moral".
Debo darle la razón, y también a los radicales que la acompañaron, como Margarita Stolbízer, más aún teniendo en cuenta los siguientes hechos que enmarcaron el acuerdo Lavagna- Kirchner. El encargado del acercamiento, el senador nacional José Pampuro, explicó que "ya venía hablando hace un tiempo con Lavagna y realmente no fue difícil lograr este acercamiento", y agregó, que "había iniciado conversaciones el año pasado y se fueron dando los momentos para cerrar el acuerdo político".
Por otro lado Lavagna dijo al diario Clarín, "Coincidimos (con Kirchner) en que había llegado el momento de rescatar al Justicialismo sobre la base de la diversidad, siempre dentro de una misma filosofía".
La filosofía peronista, noción que tiene la ventaja de carecer de significación precisa y de estar sustentado en una total indigencia teórica, sólo sirve de excusa para propugnar pactos, que sólo miran al poder y no al bienestar del país.
Lavagna además buscó justificar el acuerdo al asegurar que el PJ "es un partido que está a punto de caerse" y que "estaba en hibernación".
La que está a punto de caerse es la República Argentina, tras el "PJ peronista" que tiene presencia política en la vida nacional hace más de 50 años, y que gobierna el país de forma seguida, hace casi 20 años.

Pero Lavagna pasa a constituir una mera anécdota si tenemos en cuenta la responsabilidad de cuantiosas estructuras provinciales, como Ciudadanos Independientes en Tucumán, y Partido Renovador en Salta, e importantes estructuras nacionales, como UCR, el MID, parte del Peronismo, el Partido Demócrata, el PNC-UNIR, muchas de ellas formadas por dirigentes valiosos y honestos, que apoyaron la candidatura del ex ministro.
En diálogo con radio América, el dirigente radical, Gerardo Morales, aseguró que estaba "sorprendido" por el accionar de Lavagna y aseveró que "termina haciendo lo que hacen los radicales K, que se van al abrigo del poder". Morales dijo haber pensado que el ex ministro "iba a sostener sus convicciones" y se preguntó: "¿Dónde queda todo lo que dijo de Cristina y de Kirchner? Ahora se saca fotos con él".
Ayer, el senador nacional Arturo Vera, calificó de "sinvergüenza" a Lavagna. "El radicalismo entrerriano tiene una autoridad política para decir esto, pues fue uno de los distritos que manifestó con mayor claridad su reticencia a esta candidatura y la acatamos por ser hombres de un partido que pretende seguir siendo nacional".
Cuanta razón tenia el senador Ernesto Sanz, cuando dijo que el acuerdo con Lavagna había terminado el domingo 28 a las 18 hs.

El radicalismo tiene que dejar de caer con la misma piedra. Y de una vez por todas, debe alejarse de los perniciosos consejos del principal artífice de la candidatura de Lavagna, el ex presidente Raúl Alfonsín, hombre que tiene el único merito de hundir en el desprestigio, el desorden y la impotencia electoral, a un extraordinario, poderoso e histórico partido. Recuerdo que se enojaba cuando no querían entender que esa era la "mejor opción" para los radicales. Y decía cosas que a la luz de los acontecimientos recientes, suenan tragicómicas: "Los radicales K no existen y son traidores a los principios de la UCR", en cambio de su candidato, hoy kirchnerista, decía que "garantiza la gobernabilidad".

Este grupo de dirigentes que conducen las estructuras que sustentaron la candidatura de Lavagna, en tanto no reconozcan que fueron ingenuos engañados o cínicos engañadores, debemos seguir creyendo que no han cambiado y que sólo esperan circunstancias más favorables que las actuales, para hacer su retorno.


*Presidente de CEIN- TUCUMÁN

Una agenda programa, para el País.


Por Alberto Asseff*

Si algo saca de quicio, espiritualmente, es ver a nuestro amado país debatiéndose en asuntos menos que vecinales. Quiero decir: los temas que deben resolverse en la vecindad llegan a la Casa Rosada y consecuentemente allí, en lugar de resolverse las cuestiones nacionales, ocupan tiempo y energía en eso y en la política partidaria.

Este problema es añejo. Yo escuché a un ex presidente hacer catarsis: "acá los asuntos ascienden de nivel con una velocidad inaudita y sin respetar planos y jurisdicciones". Así, la presidenta se ocupa de las personerías sindicales como de las lamparitas, pero no de nuestras relaciones con el África o de cómo exhumar a las obras del Bermejo y plasmar las del Pilcomayo (con el querido Altiplano y con el no menos hermano Paraguay). Además, ¿cuándo se abocará a la drogadicción y a la violencia antisocial, dos graves temas domésticos?.

Puntualizaré algunos asuntos para la agenda-programa:
1) El amor al país. Sin ese amor, no podremos hacer nada perdurable colectivamente. Haremos cosas individualmente que no alcanzan. Los norteamericanos en estas primarias empiezan y terminan sus discursos proselitistas invocando "al amado Estados Unidos";

2) Integración e inclusión social. El país exhibe grietas alarmantes en materia de convivencia. No sólo la penosísima pobreza que ha anclado en estas playas y la nefasta indigencia. Hay mucha gente que no es ni indigente ni pobre, pero muestra signos antisociales, de irascibilidad y agresividad. Hay que laborar arduamente con varias herramientas: la escuela y los medios de comunicación, con sus protagonistas, los periodistas, cuya responsabilidad social es mayúscula. En este contexto, la protesta es un derecho, pero cortar el tránsito un delito. El Código Penal hay que aplicarlo. Orden no es represión.

3) La democracia debe dar respuestas. No puede seguir vaciándose en una cáscara formal, estéril por dentro. La reforma política es imperativa. Eso sí, si se pretende introducir el partido único, so pretexto de la reforma, estaríamos ante una descomunal mistificación. La representación política debe ser una realidad. Cada argentino debe sentir que es un ciudadano con voz y voto en las instituciones, no un autómata que vota manipulado cada dos años.

4) El equilibrio de los tres poderes es la clave de la calidad institucional. El Congreso no puede seguir siendo la escribanía costosa del Ejecutivo. Un juez independiente es un paso enorme hacia la República soñada.

5) Debemos volver a un distribución automática del 70% de los impuestos nacionales para que el federalismo disfumado renazca y paralelamente fenezca el discrecionalismo del presidente. Es la llave maestra para retornar al equilibrio geopolítico y redistribuir el poder.

6) Los partidos políticos, hoy desfallecientes, deben ser robustecidos como los mediadores entre la ciudadanía y el Estado. Necesitan ámbitos para su actuación de modo que no sean sólo los cargos públicos los instrumentos para formular y realizar las políticas nacionales. Al Estado se le desmadró el manejo del sistema electoral. Hay que reencauzarlo comenzando por la papeleta única de votación;

7) Debemos encarar obras convocantes. El voluntariado estudiantil por caso. Miles de estudiantes ayudando en el Norte, en la selva de Misiones, en la precordillera, en todo el vasto país. Sería contagioso y resultaría palpable que la Argentina tiene ganas de hacer y de ser. En Arabia Saudita, aprovechando la bonanza petrolera, construyen nuevas ciudades. Nosotros, ¿no podríamos hacer lo propio con los beneficios de la soja?. Quizás, sin fundar ciudades, ¿no podríamos dedicarnos a salvar a 600 poblados que la muerte del FFCC ha dejado en agonía?;

8) En vez de debatir maduramente con EE. UU sobre su "diplomacia de vaqueros", como censura la candidata Clinton, lo desafiamos con la indefendible "valija" de los 800 mil dólares sucios. Descendimos a escala de "bananeros". En las relaciones internacionales los intereses están por encima de las emociones. Hay que acrecentar el prestigio del país y hacer tantos negocios como la dimensión planetaria del mercado lo permite, aún más allá de lo que imaginamos. Negocios mundiales y sin fronteras. Para eso, Asunción, Montevideo, Santiago, Brasilia, Lima, La Paz son vitales, como lo son Europa, EE. UU., México, el África entera, la India, China, Japón, Rusia, todos. Si hoy la interna del PJ ocupa 4 horas diarias y la política exterior 10 minutos, el secreto del buen gobierno exige revertir esos valores. A la confederación de la Unión Sudamericana hay que llegar sí o sí. Es el único escenario para situarnos en el palco de este mundo;

9) Hay que huirle como al diablo del "piloto automático" para el manejo de la economía y hay que extirpar esa falaz idea de que los precios de la soja y de los granos serán altos ad eternum. Hay que adoptar medidas productivistas en serio, ensanchar el mercado interno y a la vez aumentar el volumen de la exportación. Hoy se incrementa el valor, pero no la cantidad y diversidad de lo exportado. A la inflación ya es hora de extirparla con inversión, productividad y gran dosis de confianza y seguridad jurídica;

10) La credibilidad es un factor colosal para la economía. En esta se pueden manipular estadísticas, pero hay que recordar que en economía se puede hacer cualquier cosa, menos evitar las consecuencias;

11) El superávit fiscal debe mantenerse, pero no computar los ingresos previsionales. De lo contrario sería un espejismo y hasta podríamos maliciar un futuro manotazo sobre los fondos de los jubilados si algún día llegaren las vacas flacas;

12) Hay que arreglar la deuda con el "Club de París" porque es posible hacerlo y nos despejaría el camino para créditos más accesibles destinados no a malgasto, sino a obras de infraestructura. Por caso, si aspiramos a una cosecha de 150 millones de tn., ¿con qué logística la vamos a mover?. Acá hubo desidia de décadas y carencia de planificación. Hay que dar en diez años un salto de treinta.

13) El Estado debe refuncionalizarse, capacitarse, desburocratizarse, descentralizarse. Es fenomenal la tarea de cirugía mayor que hay que realizar en sus entrañas. Esto debe hacerse con premura y con seriedad. Además, no necesitamos un empleado más, pero sí muchísimas más neuronas adentro de él;

14) En Salud pública lo perentorio no es tanto asignarle más recursos, sino racionalidad en el gasto. No se puede seguir haciendo política -y menos "caja"- con las obras sociales. La salud pública y privada debe operar en red y cubrir universalmente a todos. Cuando se quiere lealmente algo, aun lo que parece imposible, se obtiene;

15) La deseducación argentina es uno de los datos más sombríos. No figura en las estadísticas -en la que aparecemos alfabetizados-, pero se huele por doquier. Estamos desocializándonos. Hay que reeducar a la Argentina, restituyendo antes que instrucción, valores. El mérito, el trabajo y el esfuerzo volverán a su trono. Hay que empezar por reenseñar a quienes enseñan. Debemos restaurar las culturas de la ley, del trabajo y de venerar las tradiciones. Un capítulo especial: educación vial sobre la base de aprender respeto. Hacer sentir a la Patria es labor de la escuela. No olvidarlo jamás;

16) Un párrafo para el tipo de cambio. Hay que ajustarlo con suavidad, gradualidad e imperceptiblemente. Huyamos de la paridad fija. Ya sabemos cómo nos fue.

17) El combate a la inseguridad tiene una clave: el ejemplo desde arriba y sepultar a la impunidad que prohíja a toda la parentela de delitos, desde el común hasta el de "guante blanco";

18) La rehabilitación paulatina de los ferrocarriles será una obra benéfica con una decena de efectos saludables;

19) Debemos esmerarnos en encarar el futuro. Hay muchos derechos humanos para conquistar para adelante.

Quiero decir por último, que no debemos dejarnos atrapar por los dilemas maniqueos. Acá necesitamos de un gran agro y de una gran industria innovadora, tecnológica, avanzada. Además, "combatiremos al capital" del lavado, del robo, de la especulación, pero siempre será bendito el capital que se invierte, que arriesga, que emprende, que crea trabajo y mueve la actividad.

La Nación no es una lucha de clases, sino una solidaridad que nos une en la búsqueda de una finalidad compartida. En su seno hay conflictos, pero no son a sangre y fuego ni se dirimen con el odio. Discutimos, hasta muy fuerte, pero todos sabemos que navegamos en un gran barco que se llama Argentina.


*Presidente de UNIR
Unión para la Integración y el Resurgimiento
pncunir@yahoo.com.ar

Figurita de Carton Pintado. De mal en peor.


Por el Dr. Alfredo Raúl Weinstabl*

La publicidad proselitista oficial previa a las elecciones presidenciales, señalaba que con la candidata oficial, la Sra. Fernández de Kirchner, “El cambio recién comienza...”.
Muchos analistas sostenían que por ser la esposa de Kirchner, existía entre ellos una identificación política e ideológica, por ende, no iba a haber cambios y la gestión política iba a ser la continuación de las políticas implementadas por el presidente Kirchner.
Habiendo ya transcurrido casi tres meses desde su asunción a la primera magistratura, podemos hacer una primera evaluación de su liderazgo gubernamental y el cumplimiento del slogan de su campaña proselitista.
El resultado no solo es lamentable, es verdaderamente patético. Los analistas y politicólogos que sostenían que iba a ser una continuación de la política del ex presidente Kirchner acertaron totalmente. No obstante se quedaron cortos en sus pronósticos. La situación es peor aún de la que se esperaba. El cambio tan declamado empezó, pero para peor.
Por otra parte, se han cumplido las agoreras predicciones de un poder bicéfalo. La presidenta es meramente una figura decorativa. Una figurita de cartón pintado que la mayoría de sus obligaciones son actos de representación y no la totalidad de las que debe cumplir un presidente.

Parte de estas obligaciones dejadas a la deriva, las cumple su marido desde su oficina en Puerto Madero....el resto solo Dios sabe quien..
Pero en el título de esta nota hemos puesto “de mal en peor”. Efectivamente, las sencillas tareas protocolares también las hace mal.
Esperábamos que la presidente, por el innato recato y sensibilidad de su condición femenina y seguramente por haber capitalizado los gruesos errores de su marido, se iba a ser más veraz, educada y civilizada.
Fue una esperanza trunca desde el mismo inicio de su gestión.
La Sra. Fernández se caracteriza por su excesiva verborrea inconducente e ininteligible. Habla bien y con propiedad, pero sin contenido y sin capacidad de transmisión. Y frecuentemente, sin al más mínimo atisbo de racionalidad como si no pensara el contenido o las consecuencias de sus dichos.
Simplemente queremos poner unos pocos ejemplos.
1- En la misma asunción a la primera magistratura, en su discurso inaugural ofendió al presidente Tabaré Vazquez espetándole el conflicto de la pastelera Botnia, sin que el aludido, por respeto a la presidente, y como persona civilizada, no le replicara como hubiera merecido.
2-· Pocas días después cuando se descubrió el tema de la valija conteniendo miles de dólares para su campaña presidencial, en un rapto de neurosis paranoica e incontinencia verbal acusó al gobierno de EE.UU de cometer “operaciones basura” en su contra. Este episodio grotesco complicó aún más las malas relaciones bilaterales con el país del Norte.
3- Hace solo unos pocos días, otro grueso error diplomático: La Argentina invitó al dictador de Guinea Ecuatorial, el Coronel Teodoro Obiang a visitar al país para acordar varios acuerdos comerciales, ya que se habían descubierto importantes reservas de petróleo en ese país. Durante su estadia, el presidente Obiang no fue adecuadamente tratado como le correspondía a su alta investidura y para colmo en la reunión que sostuvo con la Sra. Fernández, recibió un insólito maltrato por parte de ella. que le imputó las trasgresiones y violaciones a los Derechos Humanos en su país.
En este episodio hubo dos grandes y torpes errores por parte de CK: invitar a un presidente de otra Nación para agredirlo y confundir los intereses del país con su propia ideología.
El resultado: el dictador Obiang se retiró indignado del país por la agresión y maltrato recibido, con la amenaza de denunciar los convenios firmados. Viajó hacia Brasil donde fue acogido como el simple sentido común señala y un presidente de una nación soberana se merece y seguramente la nueva potencia petrolera hará los negocios que fueron truncados por el irracional proceder de nuestra presidenta, con el Brasil.
4- Otra muestra de la poco seriedad y responsabilidad con la cual la presidente cumple con las obligaciones de su cargo es la poca, poquísima actividad desplegada. De acuerdo a un importante semanario la hora de llegada de la Sra. Fernández a la Casa Rosada es habitualmente las cuatro de la tarde y suele no concurrir los días lunes y los viernes. Otro dato de interés que señala este semanario es que solo a dos semanas de tomar el poder se fue a descansar once días a su casa en Calafate e inmediatamente después, sumo tres días más en la residencia presidencial de Chapadmalal. De 60 días de gestión, la presidenta solo trabajó 34 días incluyendo aquellos en que supuestamente atendió en Olivos.
Cada vez se afirma más la tarea secundaria que le cabe a la presidente en la conducción y administración del país. Es casi indistinto si está o no está.
Una verdadera figurita de cartón pintado.


El ex presidente Eduardo Duhalde afirmó que Cristina Kirchner no está preparada para un tema tan difícil como es el de gobernar. “Es obvio que (Cristina) Kirchner no tenía esa preparación porque nunca había ocupado lugares ejecutivos” agregó.
¡En lo que hemos caído! Una presidente que trabaja “part time” en un país en el cual los problemas irresueltos por su marido afloran por doquier. Un país sin timón.
En estos precisos momentos, la presidente se encuentra en una “importantísima” ceremonia en el Calafate: el aniversario del bautismo del Lago Argentino. Allí manifestó que Calafate “es su lugar en el mundo”.

Sería una contribución, una verdadera contribución histórica, para nuestra Patria, que la Sra. Fernández permanezca definitivamente “en su lugar en el mundo”. (“lugar en el mundo” que por otra parte ha adquirido con un precio muy acomodado, muy por debajo de la cotización en plaza).
Su tarea en el rol de figurita de cartón pintado, lo podría realizar acabadamente desde allí: recibir deportistas, cantantes, cantores y gente de la farándula local y otras actividades de esa naturaleza.
De esa manera la Argentina evitará en el futuro, el permanente ridículo y el insólito grotesco de la gestión de esta pseudo presidente.


*Abogado

Un par de ejemplos que demuestran le necesidad de reformar las leyes de propiedad intelectual.


por Francisco de Zavalía*.

Como ya se dijo varias veces en estas columnas, en los últimos años las leyes de propiedad intelectual se han vuelto mucho más duras. Los titulares de estos derechos se han valido de la billetera no ya para lograr que se extiendan los plazos de protección legal, sino para legislar una serie de mecanismos para restringir los derechos de los consumidores.

Así se idearon los
DRM (Digital Right Management), que son mecanismos técnicos que impiden al comprador de una obra equipada con estos, disponer libremente de ella. Como son fáciles de violar la mayoría de las legislaciones penan esta conducta.
Como si esto fuera poco se obliga a los
intermediarios en la red (buscadores, proveedores de servicios, etc) a dar de baja contenido ante el simple requerimiento del supuesto titular de derechos de propiedad afectado por este; caso contrario son corresponsables de esta violación.
Hecha esta pequeña introducción pasemos revista a algunos casos divertidos o patéticos, que ilustran claramente, que el sistema no funciona.


*Miembros del CEIN TUCUMÁN

El desafio de la coherencia


por Alberto Medina Méndez*

En casi todos los órdenes de la vida resulta difícil ser coherente. Alinear discurso y acción no es tarea sencilla. No lo es para los individuos, mucho menos aun para las sociedades y sus gobiernos.

En materia de política internacional los Estados viven en permanente debate al respecto, para decidir de que lado ponerse frente a determinadas circunstancias. Lograr ese delgado equilibrio implica respetar la soberanía de otros pueblos para elegir sus formas de gobierno y también sus gobernantes. No solo pasa en estas latitudes. A la inmensa mayoría de las naciones, les sucede.

Sostener la dualidad que implica respetar a otros pueblos a través de sus circunstanciales gobernantes aun disintiendo con visiones y métodos, no es una simple labor.

El protocolo vino, por otro lado, a ocupar ese espacio que "obliga" a ciertas formalidades que pretenden cubrir cuestiones de buena educación y relación civilizada.

Nuestro actual gobierno nacional ha elegido el camino de establecer sus vínculos internacionales según la simpatía que les provoca el líder de turno. Hay que decir, tal vez, que esta forma de ver la política internacional omite una importante cuestión. Enfoca la relación en sus líderes y no desarrolla lazos con los pueblos, sino solo a través de los eventuales detentadores del poder.

En ese contexto, y habiéndose el gobierno argentino declarado ferviente defensor de los derechos humanos es lógico que nos preocupe lo que sucede en el mundo en relación a estas cuestiones.

Más allá de la sensación de cierta parte de la sociedad argentina que critica el espíritu revanchista del discurso pro derechos humanos puertas adentro, bienvenida la justicia y en esto, cabe esperar que las instituciones respondan sin repetir la historia, brindando juicios justos, con garantías, esas que no tuvieron muchos en el pasado.

Es difícil no simpatizar con la idea de proteger derechos tan elementales como la libertad de culto, de expresión o de conciencia. Buena parte de la sociedad aspira a poder debatir, disentir, en un marco de respeto y tolerancia. Soñamos con ser plurales y transitamos el arduo camino de aprender estos códigos que implican toda una oportunidad para quienes, hasta ahora, solo logran aceptar parcialmente los valores que implican una republica.

Por eso, en estas circunstancias, ha traído consigo una importante controversia, el haber recibido en nuestro país, con importantes honores y en un acto público, a un dictador, que ha llegado al poder de modo violento, con el uso de las armas, sin una elección democrática mediante, y que tiene en su haber reiteradas denuncias internacionales que lo relacionan con una creciente cantidad de presos políticos, esos que, precisamente, no comparten sus ideas.

Esta descripción encaja perfectamente con el nombre del dictador africano, Teodoro Obiang, quien conduce los destinos de Guinea Ecuatorial desde 1979. Se dicen cosas terribles de este tirano. Buena parte de ellas se presumen ciertas.

Paradójicamente esta descripción también se ajusta totalmente a Fidel Castro, el dictador cubano que llego al poder por la fuerza, armas mediante y se sostuvo allí por décadas. Las Naciones Unidas ha sido el ámbito elegido para las reiteradas condenas a su régimen, fundadas en las permanentes violaciones a los derechos humanos que se le imputa, incluidos sus ya famosos presos políticos. La Argentina rara vez tomo la posición esperada frente a semejantes atropellos.

No es la idea de esta nota analizar si la visita del presidente africano ha sido un papelón internacional o no, o si el canciller cometió un error que puso incomoda a la Presidente obligándola a "despacharse" con un discurso, al menos incomodo para el "invitado". Esos no dejan de ser asuntos domésticos de menor relevancia y que solo muestran cierto grado de informalidad e improvisación.

Tampoco importa demasiado si el dictador africano fue convocado para firmar convenios de integración económica a las luces de su creciente desarrollo económico y sus riquezas en materia de energía. Esas serían solo cuestiones de mera conveniencia material. Después de todo para intercambiar bienes no resulta preciso comulgar con los valores morales de quienes nos compran o venden. Si así fuera casi seguro las naciones debieran aislarse. La magia del mercado justamente consiste en esa extraña fuerza natural que hace que contribuyamos entre nosotros, sin darnos cuenta, casi incluso en contra de nuestros propios principios.

No es esa la cuestión de fondo. Solo vale la pena apuntar a esta pendular actitud nacional que califica a los dictadores según sus simpatías, y no según sus actos. La cuestión de los derechos humanos es una causa noble. De eso no hay duda. Ojala tuviéramos el coraje de ser denunciadores internacionales de cuanta dictadura anda aun desplegándose por el planeta. Para ello resultaría preciso despojarse de los prejuicios infantiles que nos hacen defender lo indefendible.

Ofrecer las escalinatas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires al patético dictador cubano, para que se pavonee frente a sus fans, es una ofensa no solo a nuestra recitada posición pro derechos humanos, sino lo que es mas grave aún, una bofetada al pueblo cubano, que no se puede dar el lujo de manifestarse libremente en la isla, sin correr el riesgo de ser apresado, cuando no torturado, por pensar diferente.

Los dictadores no se clasifican en simpáticos o antipáticos. La tiranía implica soberbia, crueldad y por sobre todo supone la desaparición de las libertades políticas e individuales más elementales. No caben los atenuantes. Tampoco sirve aplaudir a quienes pretenden eliminar el sistema democrático de la faz del continente. En Argentina sabemos bastante de dictaduras. Aun estamos tratando de digerir nuestro pasado. No alimentemos a los monstruos del futuro. Nos podemos arrepentir, y mucho.

El desafió es ser coherente. Y vaya si esta costando en estos tiempos.

*amedinamendez@gmail.com

sábado, 9 de febrero de 2008

Citados a declarar

por Florencia Saade*.

Ocho o diez de la mañana. Muere un heladero.
Entre tanto en el más allá, donde todos esperan que se lleve a cabo el juicio del final de los tiempos, San Benito perdió el archivo personal del recinto “Personajes universales”, donde estaban detalladas todas y cada unas de las actuaciones llevadas a cabo por éstos. Así que, sin más preludio, fueron citados los aludidos para dar parte de lo vivido en la tierra.
La sala de espera era inmensa. Los personajes iban llegando; algunos cándidamente iluminados, otros venían de un viaje más largo -de más abajo- y esperaban su turno para la declaratoria.

-¡Me interrumpieron justo cuando en mi nuevo instrumento se registró la diferencia entre las distancias de la luna y los planetas!
- Galileo, la paciencia engrandece al hombre, hermano.
- ¡¡Tomás de Aquino!! A vos te andaba buscando. Tengo un recado de Kierkegaard, dice que por favor pases por su nube, y le lleves el tomo 5 de “Cómo superar un amor platónico”.
- Muchísimas gracias hermano Agustín. A propósito, me llegó por el correo celestial tu última publicación de La ciudad de Dios; fantástico.
- ¿Cómo pueden perder tiempo en esas boberías?-. La voz áspera venía desde un lugar alejado, donde un hombre con bigote en forma de peine estaba apoyado en el medio de una columna. – La ineptitud de perder los archivos es intolerable.
- Adolf, podrías aprovechar esto como un designio divino y comenzar a arrepentirte de tus faltas.- intervino una vocecita dulce.
- No tengo nada de que arrepentirme, si mi pecado fue querer que prevalezca la clase pura aria, pues con orgullo me pudriré en el infierno.
- No tiene caso Teresa, no cambiará más.
- Pero Mahatma, nunca es tarde. ¿No lo has dicho tú tantas veces?
La puerta se abrió entre chirridos, llevaba tiempo sin sonar. Por ella entraron, casi sin enterarse a dónde iban, dos ancianos que debatían apasionadamente.
- ¡Basta Gregor Mendel! No te voy a entregar las últimas semillas que me quedan sólo para que tú sigas con eso de la evolución.
- Por favor Albert, si quieres te prometo que me dejo caer al infinito para probar tu teoría recién descubierta.
- ¡Pero que pérdida de tiempo! ¿Dónde está el libro de quejas?
- La paciencia querido hermano Lenin!.- volvió a aconsejar Tomás de Aquino.-¡La paciencia!
- Che Lenin, ¿por qué no te pasas por mi fosa hoy a la noche?- intervino Adolf.- Tengo un par de cositas que podrían interesarte.- Sus ojos brillaban anhelantes, extasiados.

La recopilación de datos llevó más de cien años; nada, teniendo en cuenta los tiempos de la eternidad. Lo que sí quedó claro, es que en la tierra o en el más allá, seguimos siendo lo que somos y aunque dicen que el tiempo cambia todo, hay ciertas cosas que no cambian más.
A lo lejos, en la encrucijada, llegando por el palier de San Pedro, se escuchó un alegre:

“¡Paliitoo, Bombón heladooooo!”


*Miembro del Centro de Estudio de los Intereses Nacionales Filial Tucumán.

viernes, 1 de febrero de 2008

Una Nueva Reforma Universitaria.


por Prudencio Bustos Argañaraz*.


Los conflictos provocados por los frustrados ingresantes a la carrera de Medicina han vuelto a poner sobre el tapete la impostergable necesidad de un debate serio y profundo acerca de la Universidad estatal que tenemos y la que queremos y necesitamos. Sin embargo, el populismo que inficiona nuestras instituciones y parece enseñorearse en todos los últimos gobiernos, evita ese debate, pues le conviene impedir que las cosas cambien para continuar medrando con nuestra decadencia.
Las pocas voces que se escuchan acerca del tema apuntan en general a reflotar los viejos mitos que todavía se esgrimen como verdades absolutas e irrefutables y que en muchos casos son, según mi criterio, la causa de la decadencia de nuestra enseñanza superior. Propongo en estas líneas un análisis desapasionado de algunos de ellos.
La gratuidad
En las universidades públicas la enseñanza debe ser gratuita, se nos dice, sin advertir que la gratuidad es una mentira, puesto que si no paga el que recibe el beneficio, lo hace por él el resto de la sociedad. Constituye además, un mecanismo perverso de reasignación de recursos, pues aunque a los impuestos los pagamos todos, es bien sabido que la mayor parte de los que concurren a la universidad no son los pertenecientes a los estratos socioeconómicos más bajos, sino los que gozan de una situación de cierto bienestar. El resultado es que el obrero termina pagándole los estudios al hijo del rico.
Mucho más justo parece que el que puede pagar lo haga y el que no, si acredita dedicación y voluntad de estudio, reciba una beca que le permita hacerlo y si es posible, mantenerse con ella si sus necesidades son mayores. Si los mismos recursos que hoy se destinan a subsidiar la oferta, pasaran de esa manera a subsidiar la demanda, habríamos dado un paso importante en orden a su eficiente asignación y a la promoción de los sectores más postergados de la sociedad. Además de incrementar el presupuesto universitario con los aportes de quienes pueden pagar y de obligar a las universidades a competir entre sí para atraer a los mejores.
El ingreso irrestricto
Este es otro gran engaño a Juan Pueblo, al que se le obliga a pagar los estudios de todos cuantos quieran ingresar, sin permitirle que les exija previamente una demostración de su verdadera vocación y su concentración al estudio, que lo hagan acreedor de tamaño subsidio. El daño social resulta mayor aún por cuanto esos recursos que se le quitan a la comunidad, sirven para atiborrarla de profesionales mal preparados –porque la capacidad de la universidad se ve desbordada– en una cantidad que excede sus necesidades. Con lo que también se estafa al propio estudiante, que en buena proporción terminará colgando su título para manejar un taxi o instalar un kiosco, frustrando así una vocación y perdiendo varios años de su vida.
¿Puede concebirse mayor desperdicio social que éste? En ningún país serio del mundo se ingresa a las carreras de gran demanda en las universidades públicas sin examen previo, y resulta paradójico que sean los grupos autocalificados de izquierda los que reivindiquen el ingreso irrestricto, privilegiando el interés individual por encima del social. Desde luego que habrá que idear mecanismos de selección adecuados y eficientes para evitar las injusticias, pero sin olvidar que la universidad no está para compensar los enormes defectos de los niveles primario y secundario. Igualar para abajo es la mejor manera de deteriorar una sociedad.
El cogobierno
Otro de los mitos es el del cogobierno, también un invento argentino que en ningún otro lado existe y que atenta contra la naturaleza misma de las cosas. El estudiante, al asumirse como tal, admite su ignorancia y reconoce la capacidad de sus profesores para enseñarle. Resulta entonces una rara paradoja que intervenga con su voto en la elección de quienes van a conducir la institución. Desde luego que deben implementarse mecanismos ágiles para que los estudiantes –razón de ser de la universidad– hagan conocer sus inquietudes y sus propuestas. Pero de allí a hacerlos gobernar hay un abismo.
La universidad debe educar a los jóvenes para vivir en democracia, pero no corresponde aplicarla en la elección de sus autoridades y en su gobierno. La democracia sólo tiene cabida cuando los integrantes de una comunidad son iguales entre sí. Es posible en la sociedad civil republicana, en la que todos los ciudadanos somos –al menos en teoría– iguales ante la ley. Pero resulta inviable en instituciones en las que existen jerarquías, como la familia, las fuerzas armadas, las iglesias o los institutos de enseñanza. ¿Puede alguien concebir a un padre haciendo votar a sus hijos pequeños para decidir cómo invertirá su sueldo? ¿O a los soldados eligiendo lo que van a hacer en la batalla?
Haber convertido a la Universidad en el campo de Agramante en el que los partidos políticos dirimen sus contiendas electorales ha sido la mejor manera de prostituirla. Hoy asistimos azorados a elecciones estudiantiles que disputan los radicales, los peronistas del gobernador o los partidarios del intendente de la Capital. Ni qué hablar del caso de los no docentes, cuya participación en el gobierno universitario no resiste el menor análisis.
La autonomía
Por último, merece un párrafo la famosa autonomía universitaria, entendiendo por tal la capacidad de una institución de fijar sus propias normas. Si la universidad pertenece al pueblo, que la financia con sus impuestos, le asiste a ese pueblo el derecho inalienable de establecerle, por medio de sus representantes, sus fines y algunas de sus pautas de manejo. Por caso, la determinación del número de profesionales que cada universidad –en este caso tanto las públicas como las privadas– puede admitir, debe ser establecida por el Congreso de la Nación, como parte de una política integral que contemple las necesidades de la sociedad y la capacidad de cada casa de estudios.
Otra cosa muy diferente, con la que suele confundirse la autonomía, es la libertad de cátedra, que sí debe defenderse a todo trance de los partidismos y los fanatismos. Vicios que preocupa haber visto prevalecer en casos como las persecuciones que debieron padecer en la Universidad Nacional de Córdoba el doctor Mariano Arbonés y más recientemente la doctora Norma Pavoni.
Seguir reivindicando los postulados de una reforma ocurrida hace 86 años resulta cuanto menos un anacronismo y parece más bien una excusa de los demagogos para dejar las cosas como están. Los problemas que aquejan a la universidad actual nada tienen que ver con los de que existían en 1918 y exigen que nos ocupemos de inmediato de buscarles soluciones eficientes. Las consecuencias de los errores en este campo no se miden en años sino en generaciones y a los argentinos no nos está sobrando el tiempo para perseverar en el ejercicio de experiencias fracasadas.


*Historiador, ex senador provincial.