viernes, 7 de marzo de 2008

Colombia, Venezuela, Ecuador y las FARC


Raúl Weinstabl*

El gobierno colombiano ha tenido un indudable rotundo y resonante éxito con la destrucción del campamento guerrillero de las FARC y la muerte de 17 terroristas entre ellos, Raúl Reyes, prácticamente el comandante político y militar (ref.1) de la organización guerrillera.
Lamentablemente el operativo militar tuvo lugar en la hermana República del Ecuador a menos de 2.000 metros de la frontera entre ambos países.
Por ocurrir dentro de territorio ecuatoriano, sin la previa autorización del gobierno de ese país, el hecho adquiere singular gravedad porque se trata de un caso concreto de violación de la integridad territorial de un país soberano.
La reacción de los países americanos y de otros estados no se hizo esperar. En diferentes tonos estos condenaron al gobierno colombiano. Los más duros, y no podía ser de otra manera, fueron el gobierno de Venezuela y el de Ecuador.
¿Porque decimos que no podía ser de otra manera?, porque hay evidencias y pruebas muy concretas que Chaves, patrocina y proporciona apoyo logístico y fondos, millones de dólares, a la organización terrorista colombiana. También frecuentemente demuestra su afinidad con las FARC, a tal punto que pidió que las mismas no sean consideradas organizaciones terroristas, sino combatientes de un ejército en operaciones, en una guerra civil.
En realidad en nuestro concepto, las FARC no son más que una banda de asesinos, secuestradores y narcotraficantes crueles y desalmados. Algunos de los secuestrados ya llevan más de siete años detenidos en condiciones infrahumanas en medio de la selva colombiana.
En cuanto a Rafael Correa, el presidente de Ecuador, nunca ocultó su simpatía por el dictador venezolano y se encuentra en su misma sintonía ideológica y también está sospechado por Colombia de haber negociado con la organización guerrillera.
El hecho abre un nuevo foco de conflicto en la región y seguramente influirá en la relación entre ellos.
La reacción de Chavez, como también era de esperar, fue destemplada, fuera de los cánones de las relaciones internacionales y las prácticas diplomáticas y el hecho de desplazar numerosos efectivos militares a la frontera con Colombia no hace más que agravar la situación, poniendo en grave riesgo la paz en la región.
No obstante el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, decidió no movilizar tropas tratando de minimizar y bajar el tono del enfrentamiento, pese que tanto Venezuela y Ecuador decidieron romper las relaciones diplomáticas con Colombia.
Pero en este mundo cada vez más globalizado, y luego del atentado a las Torres Gemelas el 11 de septiembre del 2001, este incidente puede tener otra lectura. Es conocido que luego de este alevoso acto terrorista, la estrategia política y militar de EE.UU. tuvo una inflexión.
La estrategia de seguridad de Bush podría ser las base de nuevos principios del derecho internacional que dejan de lado el concepto de soberanía y determinados valores occidentales.
Resumiendo en una muy apretada síntesis la misma dice que hay que combatir no solo a los terroristas, sino también a aquellos que los financian, les dan apoyo logístico y a los gobiernos que les proporcionan refugios y que los amparan.
En otras palabras y para ser aún más explícito, no solo son terroristas los que combaten y ponen bombas, sino también son terroristas los que los financian y son terroristas los que los ocultan.
Este enunciado tan claro, da lugar a lo que se ha dado en llamar las “guerras preventivas”.
Este concepto, por cierto muy controvertido, no es aceptado por la mayoría de los países para los cuales la soberanía es un principio intocable, casi sagrado.
Pero pareciera que es un ejemplo de este caso.
Un país, Colombia, asolado por la guerrilla ya desde hace más de dos décadas con fronteras con dos países que financian o mantiene diálogo con los guerrilleros. Obviamente se supone que estos no hacen lo que deberían para colaborar con Colombia a combatir ese flagelo. En esta situación, Colombia aprovechó la información disponible y la cercanía del campamento guerrillero a la frontera entre ambos países, y realizó el exitoso operativo militar.
En estos momentos se discute la situación creada en el seno de la OEA. Encendidos discursos, ásperos debates y acusaciones mutuas y cruzadas entre los tres países involucrados.
La fantochada de Chavez, presidente de un país que no tendría nada que ver directamente en este conflicto, en su escandalosa intromisión en el mismo, no hace más que elevar la temperatura, alejando las perspectivas de una pronta paz. Un proceder típico del dictador venezolano para tapar los crecientes problemas internos y buscar protagonismo en la región.
Volviendo al concepto de “guerras preventivas” en nuestro concepto debería ser estudiado y analizado por los politicólogos y analistas a la luz de la nueva estrategia de Seguridad Nacional de los EE.UU. que estableció esta una nueva postura en el derecho internacional.
La misma establece que ante las amenazas del terrorismo internacional, sería legítimo y legal iniciar ataques preventivos para quitar la iniciativa a las organizaciones terroristas, en vez de esperar que las amenazas se materialicen.
Por otra parte, según Alvin y Heidi Toffler (ref.2) este nuevo tipo de guerra depende fundamentalmente del “dominio de la información”. Significa una guerra de nichos, operaciones especiales, objetivos precisos, fuerzas de reacción rápida y “coaliciones profundas” que además de naciones, incluyan corporaciones, organizaciones religiosas y no gubernamentales, etc. como socios visibles o encubiertos. Es una guerra de violencia quirúrgica, concentrada y muy puntual.
Parecería ser este el caso.
Afortunadamente en un gesto que lo enaltece al presidente Uribe, pidió disculpas del incidente al gobierno de Ecuador,
En otro orden de cosas, sería una decisión sabia y prudente que el gobierno argentino adopte una posición moderada al respecto, condenando el hecho, pero sin encolumnarse detrás de Ecuador y menos de Venezuela y apoyando implícitamente a Uribe.
Pero como ya estamos acostumbrados, nuevamente los Kirchner cometen un terrible y grosero error. En vez de tomar distancias, el viaje de la presidente a Venezuela (ref.3), podría interpretarse como un apoyo explícito a la postura de Chavez, o prestarse para que este así lo presente ante la opinión pública mundial.
Sintesis: Nuevamente apostamos a los impresentables y a los perdedores
Sra. Cristina ¿como hace para que en tan poco tiempo haya cometido tantas torpezas y errores?

*Abogado
alfredo@weinstabl.com.ar
NOTAS:

(1) El Jefe histórico y absoluto de las FARC es Manuel “Tirofijo” Marulanda. No obstante por su avanzada edad se consideraba que el virtual comandante y jefe político era Edgar Devia alias “Raúl Reyes” que además era el yerno de Marulanda. Estaba casado con su hija Olga.

(2) Alvin y Heidi Toffler . Escritores, politicólogos futuristas norteamericanos.“El primer Conflicto entre Olas” – diario “La Nación” 30-10-01

(3) El matrimonio Kirchner le debe muchísimos favores al presidente Chavez por diferentes negociaciones hechas tanto en superficie como actos gubernamentales públicos, como aquellas realizadas en privado sin conocimiento de la opinión pública. Se sospecha con adecuados y ciertos argumentos que Chavez apoyó la campaña electoral de Cristina a través de envíos de cuantiosos fondos. (recordar las famosa “valija viajera” repleta de dólares del ciudadano venezolano Antonini Wilson).

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