martes, 4 de diciembre de 2007

El Fin de la Utopía: Internet se nacionaliza


por Francisco de Zavalia*

“Gobiernos del mundo virtual, cansados gigantes de carne y acero, vengo del ciber-espacio, el nuevo hogar de la mente. En representación del futuro les pido que nos dejen solos. No son bienvenidos entre nosotros. No tienen soberanía donde nos reunimos”. Declaración de Independencia del Ciberespacio, 1996.

La cita sirve para ilustrar una realidad: la red ha perdido su romanticismo.

En un principio Internet iba a significar el fin de la realidad como la conocemos: las fronteras nacionales iban a desaparecer, la brecha entre ricos y pobres se iba a cerrar y todos íbamos a vivir mejor y más contentos.

Si bien todavía no sabemos donde va a terminar esta verdadera revolución, lo cierto es que ya podemos pronosticar que, como todas las anteriores, muchas cosas van a cambiar para que todo siga igual.

Esta reflexión, un tanto pesimista, la realice luego de leer dos notas muy interesantes.

La primera es una entrada en el siempre excepcional blog del profesor Goldman, un especialista norteamericano en derecho y nuevas tecnologías.

En esa entrada el profesor Goldman comenta acerca de las ventajas y peligros de la aplicación de técnicas que permiten identificar a los usuarios de la red, o por lo menos ubicarlos geográficamente.

La segunda nota, del diario “The Guardian”, señala como cada vez más internet se esta nacionalizando como cualquier medio de comunicación tradicional: hoy ya no es lo mismo realizar una búsqueda en Google desde Inglaterra o desde China. Quién busque “Plaza Tiannamen” en este segundo país solo encontrará información turística y nada sobre la matanza, cortesía de los censores del régimen.

El fin de la anonimato.

Hasta el momento dos son las técnicas utilizadas para ubicar a los internautas. Una consiste en solicitar al usuario, previo a ingresar al sitio, que denuncie su país de origen. La otra en rastrear el I.P. del navegante.

Ninguna de las dos es cien por ciento efectiva. En el primer caso el usuario puede mentir y, respecto del segundo, el rastreo del I.P no es tan especifico y puede ser burlado por usuarios con un poco de habilidad.

El futuro esta en la Geo-localización. Según Goldman en el futuro los dispositivos de acceso a internet van a estar asociados a un G.P.S., algo que en la actualidad ya esta ocurriendo con los celulares de última generación.

La consecuencia será la nacionalización de la red. Esto significa que cada estado nacional podrá controlar y regular el contenido al que acceden los usuarios de cada país.

El futuro ya no es lo que parece.

Lo cierto es que esta “nacionalización” de la red no es nueva. Las compañías que publicitan a través de la red, fueron las primeras que utilizaron técnicas de geo-localización para dirigir sus publicidades a mercados específicos, como ya se señaló.

A medida que estás técnicas mejoraron su uso se fue ampliando y no para mejor. Así, sitios como Pandora, una radio en line, bloquean a los usuarios que no viven en Estados Unidos.

Ahora existe la tecnología para que una empresa que comercia a través de la red ofrezca un producto a distinto precio, según la localización geográfica del consumidor o que un político, utilizando el mismo criterio, haga distintas propuestas de campaña desde su sitio. Esto ya había sido denunciado en su momento por la revista Wired.

Por su puesto, el mayor peligro para el intercambio de la información es que los gobiernos empiecen a determinar que contenido es o no apto y obliguen a los intermediarios de la red a someterse, en su territorio, a esta regulación. Con esto se hace añicos aquel sueño que veía en la red al instrumento capaz de escapar a la censura de los estados autoritarios.

Así, es sabido que los grandes buscadores negociaron su entrada al mercado Chino, a cambio de posibilitar un más férreo control por parte del estado chino. Las condiciones de dichos acuerdos son desconocidas. En tal sentido, Yahoo acaba de arreglar extrajudicialmente una demanda en la que unos periodistas disidentes chinos acusaron a esta compañía de colaborar con las autoridades, lo que llevó a su arresto.

Esta y otras conductas llevaron a Amnistía Internacional a denunciar que internet puede convertirse en un medio de represión.

Quedará por ver si la red es capaz de superar estos problemas para convertirse en un verdadero medio de comunicación internacional. Y si bien parece que al final no va a ser así, para eso están las utopías: para soñar que otro mundo es posible.

Miembro de CEIN TUCUMÁN
frdezavalia@gmail.com

www.derechoytecnologia.wordpress.com

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