martes, 25 de diciembre de 2007

Opio y Navidad


por Isaias Marín de la Fuente*


"el champagne de los otros no nos pone mimosos"
“Vinieron en malón y se llevaron todo lo que había a la vista”, dijo con enfado Patricia Pérez, propietaria de un local de venta de juguetes en una feria de Barrio Independencia. Comerciantes y vecinos aseguraron que decenas de personas saquearon ayer los puestos del mercado, ubicado en avenida Independencia y Gorriti. “Perdí más de $ 1.000, entre mercadería que rompieron y me robaron. No se qué voy a hacer”, dijo Pérez, de 42 años. Según la mujer, el supuesto ataque, que habría ocurrido a las 21, estaba planeado. “Habíamos escuchado comentarios de que iba a pasar eso, pero por cabeza dura nos quedamos. Ahora estamos arrepentidos”

Si la religión es el opio de los pueblos y parte de toda la superestructura ideológica, parece que la pipa necesita más opio. La religión es el opio de los pueblos, con esta máxima se construye la piedra angular de la concepción de la religión dentro del marxismo. Hoy tengo mis dudas…
La palabra navidad, proviene del latín “nativitas” que significa nacimiento. En teoría se festeja el nacimiento de Jesús, pese a ser una fiesta cristiana realmente hoy perdió su significado. Es desde el siglo XIX cuando la Navidad empieza a popularizarse con el carácter que tiene hoy en día, pues en ese siglo se popularizó la costumbre del intercambio de regalos, se creó a
Santa Claus y regalar tarjetas de Navidad. Costumbres que con el tiempo la mercadotecnia (en especial la norteamericana) aprovecharía para expandir la Navidad por el mundo dándole un carácter distinto al religioso, y con temas que poco o nada tienen que ver con la verdadera celebración navideña, tal y como sucede con los osos polares, pingüinos y focas de la Coca-Cola. Si yo me muero de calor en Tucumán, no me quiero imaginar un oso polar lo que puede llegar a sufrir el pobre.
Independientemente de toda determinación religiosa, parece que el imperativo categórico “no robaras” no basta para contener a la masa en su miseria. Eso de que los ricos no van a entrar por el agujerito de la puerta al cielo parece que ya no alcanza. Porque al leer los diarios, ver las noticias, todos hablan de tentativas de saqueos. Sin embargo los saqueos son desvalijamientos masivos de un grupo de personas. Estos incidentes suceden por lo general cuando hay guerras y catástrofes, podríamos decir que esas son las condiciones objetivas. No siempre se dan las condiciones objetivas sin embargo las subjetivas si lo hacen. Mientras exista voluntad de apropiarse ilegítimamente de una cosa que no le pertenece a una, habrá susceptibilidad de robo. Parecería que lo subjetivo es lo determinante, pero no debemos abstraernos que lo social determina a los particulares. ¿Por qué la navidad sería una condición objetiva para el robo? ¿Acaso la religión no es el opio de los pueblos?. Hace unos días venia discutiendo con un compañero sobre los juicios de un profesor con respecto a las notas y algunos chicos, a lo que me respondió: “no te enojes, el es justo con algunos”. Al terminar la frase comencé a reír porque me sonó demasiado contradictorio, sin embargo es la justicia del sistema. El obrero, siente que la vida no es justa con él y si Dios existe, no está de su lado. Sin embargo la clase mas pudiente considera que la vida es dentro de todo justa con ellos. Por eso los saqueos, en una sociedad de consumo, de ofertas, de tentaciones, la idea del saqueo puede transformarse en una gran fiesta. Las desigualdades engendran violencia, y los inventos de la cultura de consumo incitan al despilfarro. El que no puede comprar lo necesario para las fiestas, siente que la vida es justa con algunos, y no hay superestructura que valga para sostener esta situación tan contrastante.
Cuando los individuos sufren la ausencia de derechos y en ellos cunde la desesperanza y se resignan a no luchar contra las relaciones sociales de explotación y de opresión, esperando hallar la justicia en un más allá, el marxismo denuncia el rol negativo, de `opio de los pueblos' que en tales casos cumple la religión. En una sociedad de clases, generalmente los privilegios de una clase se defienden propagando entre los oprimidos la resignación y la justificación del estado de cosas como fruto de los designios inescrutables de Dios. No obstante, la lucha ideológica contra la fe -elevada por encima de la ciencia- que libra el marxismo, de ningún modo, condena u ofende a los creyentes. Denuncia sí el rol adormecedor de conciencias, de sectas e iglesias que alienan, que esconden la realidad, en beneficio de los explotadores.
De ninguna manera justifico los saqueos, muchísimo menos el robo del pobre al pobre, la línea del revolucionario y del resentido es demasiado fina para distinguirla. Las condiciones de fondo de ninguna manera se modifican, el saqueo no es ninguna solución. Grupos con celulares y palos q entran a los negocios, atemorizando a las personas son el panorama de estas fiestas. Siempre van a existir condiciones subjetivas para la ratería, lo cierto es que el obrero honrado se queda en su casa y no sale a robar, esa no es una solución de fondo. Mas certidumbre hay en que los ladrones de profesión se agruparan y tendrán las excusa perfecta para sus actos. Mientras el obrero honrado todavía esta determinado por la superestructura ideológica y se encuentra adormecido por el opio y se conforma con una mesa humilde aún, los delincuentes se llenan los pulmones de opio navideño, ya que esto les da mas coraje y mas violencia para “salir de caño”. Esto no produce cambios de fondo al fin y al cabo seguiremos bajo la lógica de que la vida tiene que se justa con algunos.


*Vicepresidente CEIN TUCUMÁN
isaiasblas@hotmail.com

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