viernes, 28 de diciembre de 2007

Exceso de información. Un drama de nuestro tiempo


por Francisco de Zavalía*

Un día cualquiera: Mientras preparo el desayuno hojeo los titulares de “La Gaceta”. Con el desayuno en mano, paso a la computadora y dedico cuarenta minutos a la lectura de parte de los casi 500 artículos, que diariamente me entrega Google Reader. Suerte que me despierto temprano, de lo contrario no tendría tiempo de revisar mi Gmail y contestar los mails urgentes antes de salir a trabajar (hace tiempo que el spam hizo que abandonara el intento de revisar mi casilla de Hotmail, hoy solo la uso para el messenger).
En la calle, mientras recorro tribunales, el celular me asalta con llamadas y mensajes de texto. De vez en cuando pienso como hacía la gente para vivir antes de la aparición de este adminiculo… hasta que reflexiono que la mayoría de las llamadas y mensajes eran innecesarios.
Y esto es sólo la “contaminación informativa” que produzco, a esto hay que sumarle la que me rodea: el chirrido de los celulares ajenos, el incesante parloteo de la radio y la televisión , las cientos de propagandas que empapelan la ciudad, etc.
Es un milagro que me quede tiempo no ya para trabajar sino tan solo para vivir.
El problema del año 2008.
La información es el bien más preciado de la vida moderna. Sin ella los mercados, la democracia y el almacen de la esquina no pueden sobrevivir. Nuestro problema es que esta nos sobrepasa: nos estamos ahogando en información.
A tal punto llegan las cosas que la consultora Basex,
ha señalado que el exceso de información es el “problema del 2008″. Esto indica dos cosas: que el problema ya es grave y que nuestro primos americanos tienen suerte de no tener otros desafíos mas acuciantes, pese a las noticias que llegan desde Irak.
Según Basex en Estados Unidos este “exceso de información” provoca perdidas de aproximadamente $650 miles de millones de dólares y, según un ejecutivo de Intel (
citado por Ars Technica), hace perder un promedio de 8 horas de trabajo a quienes se desempeñan en este ambiente.
El estudio nada dice sobre otro problema que produce este exceso de información: la dificultad de encontrar en ese oceano de datos lo que uno necesita. Dios sabe que buena parte de mi día me la paso tratando de encontrar la información justa. Y si bien hasta ahora los buscadores se las han arreglado para paliar el problema se me ocurre que cada vez les va a resultar más dificil la tarea.
¿Qué se puede hacer?
Una solución para las empresas es establecer pautas claras acerca del uso de internet, correo electrónico, celulares, teléfonos, etc. Esta política debe ser informada al trabajador y aplicada con sumo cuidado.No sólo porque la jurisprudencia de nuestros tribunales por lo general son duros con el empleador ante la ausencia de esta comunicación o ante una política que restringa mucho los derechos del empleado sino, porque además el remedio puede ser peor que la enfermedad.
Es que si bien una política demasiado complaciente puede poner en peligro la productividad del trabajador una muy dura puede hacer caer esta mucho más: el e-mail, los blogs, los mensajes de textos, etc son una nueva forma de relacionarse con proveedores, clientes y compañeros de trabajo. A medida que avanzamos en la era digital esta forma de relacionarse se vuelve cada vez más importante, en parte por la caida de las “relaciones fisicas”.
Se necesita entonces un buen abogado y un excelente responsable de recursos humanos para elaborar esta politica y evitar que la empresa se dispare en el pie.


*Abogado. Especialista en Derecho de Empresa. Miembro de CEIN TUCUMÁN

No hay comentarios: