sábado, 21 de julio de 2007

Desencanto del Mundo


por Isaisas Marín de la Fuente*

El grito de Munch es su obra paradigmática y mas conocida, trata de reflejar el malestar, la locura, la angustia y el aislamiento del siglo XX. Un siglo mas tarde la situación se agravó notablemente. Los individuos vivimos cada día mas aislados, el poco contacto con la gente va acrecentando. Nuestra vida esta signada por excesos angustia, ansiedad, agitación, intranquilidad e incertidumbre.
En la obra del pintor noruego, se pueden distinguir temas repetitivos, como la muerte, la locura, la soledad, la melancolía y la enajenación. Estos temas no son extraños teniendo en cuenta que su vida estuvo marcada por la enfermedad, el desvarío y la muerte. Con solo 5 años tuvo su inicial perturbación que fue el fallecimiento de su madre, desequilibrada en su salud hasta su muerte por la tuberculosis, luego siguió su hermana y por último la de su padre, del cuál no se pudo despedir. Ante semejantes sucesos solo pudo decir: "La enfermedad, la locura y la muerte son los ángeles negros que custodiaron mi cuna y me acompañaron durante toda la vida".
A pesar de sus desgracias, estas fueron su motor para vivir, mas allá de que estuvo desequilibrado por las numerosas enfermedades. Se puede decir que sin el miedo y la enfermedad su vida sería un bote sin remos.
Todos tenemos algo de Munch en nuestras vidas, cuántas veces nos sentimos asfixiados, oprimidos, al borde de la locura por nuestras circunstancias. Es llamativo en sus obras cómo es frecuentado el gesto de tomarse la cabeza, así como en el hombre moderno agobiado, abrumado y oprimido. Es ahí donde la realidad oprime los límites determinados por la razón humana, y donde la circunstancia se burla de la salud mental de los hombres.
Nos dimos cuenta que el desarrollo científico, el gusto por la erudición, y esa esperanza histórica de progreso en las ciencias, no son suficientes para que el hombre sea feliz. Max Weber lo llamó desencantamiento de la realidad, ya que nuestra época se halla caracterizada por la racionalización e intelectualización y sobre todas las cosas por la pérdida del encanto del mundo.
Estamos ante el encuentro de verdades impacientes, nuestras almas lamieron bastantes verdades, pero igualmente mentiras que nos convierten en animales llenos de enigmas sin resolver.

*vicepresidente de CEIN TUCUMAN.

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